Básicamente, los cercos eléctricos se utilizan para mantener a los animales dentro o fuera de un área. Pero su gran propósito es económico y productivo: el de apotrerar campos o dividir potreros en parcelas organizadas y planificadas; para hacer rotaciones que permitan aprovechar los recursos forrajeros en forma eficiente y económica, además de poder realizar clausuras para reservar los excedentes de producción de pasto. Se logrará así aumentar la eficiencia global de su aprovechamiento y consecuentemente estabilizar o aumentar la producción de carne por unidad de superficie.

El Pastoreo Racional Voisin (PRV) no es una simple técnica del manejo de los pastos, es un Sistema de Producción.

El Pastoreo Racional Voisin está basado en la tecnología más eficiente, más moderna y más económica para producción animal sobre la base del pasto, las Leyes, Principios, y Teorías de las Ciencia Básicas y Aplicadas y las Leyes Universales del Pastoreo Racional Anunciadas por el Dr. Andree Voisin con la finalidad de maximizar la captación de energía solar, que es su principal insumo, transformándola en utilidades a través del pasto y del organismo animal respetando su bienestar y buscando siempre la mayor eficiencia productiva, acorde a los patrones de calidad para una producción orgánica y sustentable, es decir agroecológica.

El cerco eléctrico es la herramienta primaria para la práctica del PRV. Es decir que es un aliado fundamental para una ganadería sustentable y ecológica.

Se pueden usar una variedad de materiales para construir un cerco. Los tipos de materiales que utilice dependerán del terreno del área a cercar, la ubicación y el tipo de animal que desea controlar.


Las cercas eléctricas conforman un circuito abierto, que consta de un electrificador conectado a:

  1. Una fuente externa de alimentación energética, que puede ser de 12 o 220 V o Dual (de 12/220 V en forma combinada)
  2. Una conexión de salida hacia el alambrado a electrificar.
  3. Una conexión de entrada de tierra.

Los cercos eléctricos se utilizan para controlar una amplia variedad de animales.

Es una barrera de contención, basada en el efecto que produce la descarga eléctrica en el animal. El electrificador genera pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje, de muy corta duración, que se repiten a intervalos que van desde 30 hasta 60 pulsos por minuto. Estos pulsos eléctricos producen descargas cortas y agudas, pero seguras, que se traducen en una barrera psicológica que entrena al animal para evitar el cerco eléctrico.

Cuando el animal lo toca, la corriente eléctrica pasa a través de éste e ingresa a la tierra por sus cuatro patas, produciendo una intensa contracción muscular. Luego, la descarga se dirige a través del suelo hasta la entrada de tierra del electrificador, cerrando así el circuito, produciendo la “patada” (descarga eléctrica).

El fundamento del sistema se basa en el aprendizaje por asociación que realiza el animal. Se trata que el dolor producido por la descarga eléctrica sea “recordado” por el mismo, logrando que ellos sientan respeto por el alambrado, obteniéndose así una barrera de contención.

Cuando mayor sea la energía del pulso eléctrico en el alambrado, más efectiva será la descarga eléctrica para instalar el recuerdo de dolor en el animal. ¡ASI DE SIMPLE! Este es todo el secreto de los alambrados eléctricos.

Para que este efecto psicológico de contención sea efectivo, es fundamental mantener constante la intensidad del pulso eléctrico a lo largo de toda la línea. Dado que la toma a tierra misma constituye la mitad del circuito del cerco eléctrico, es muy importante tener un toma a tierra correctamente instalada.

Por otro lado, cuando pastos u otros objetos tocan permanentemente el cerco, hay un paso constante de energía a tierra, denominado “pérdidas”, que según su cantidad provocan una disminución en la “patada” y eventualmente pueden llegar a anularla. Estas pérdidas de corriente por descargas o cortocircuitos no influyen ni alteran el consumo de los electrificadores, ni tampoco lo rompen (esto es algo comúnmente repetido, pero Falso).

El electrificador es el corazón de su sistema de cerco eléctrico. Encontrar el que mejor se adapte a su cerco es fundamental para contener/excluir animales con éxito. Por lo tanto, para lograr un rendimiento eficiente de toda la red, es necesario comenzar desde el principio, desde la correcta elección del electrificador y su instalación; siguiendo por la construcción del alambrado, detallando luego los puntos críticos, donde se pueden cometer los errores que no permitan lograr una máxima eficiencia.

 

  • Seguridad: las cercos eléctricos ofrecen una alternativa más segura que los cercos de alambrado convencionales, alambre de púas y el alambre tejido. Es menos dañino que muchos tipos de cercas, que rutinariamente cortan, perforan y raspan el ganado, lo que genera costosas facturas veterinarias y pérdidas de producción.
  • Flexibilidad: los diversos sistemas disponibles de PICANA le brindan flexibilidad para diseñar el sistema que necesite, ya sea una aplicación permanente, semipermanente o portátil para trabajar en la mayoría de los entornos o condiciones geográficas.
  • Facilidad de instalación: los cercos eléctricos se instalan rápidamente con herramientas estándar mínimas, lo que ahorra tiempo y mano de obra, ya sea que contrate el trabajo o lo haga usted mismo.
  • Económico: los ahorros de costos de una cerco eléctrico son muy significativos en comparación con otras opciones de cercos convencionales.
  • Eficacia: la mayoría de los animales son lo suficientemente fuertes como para escapar a través de barreras físicas. Un disuasivo psicológico, como un cerco eléctrico, mejora la efectividad de las barreras existentes.

MAXIMA ENERGÍA DE SALIDA

La máxima energía de salida es el dato más importante a la hora de comparar distintos electrificadores, pues es la que obtendrá en el alambrado (en determinadas condiciones).

AUTONOMIA

Días máximos de funcionamiento sin recibir sol consecutivamente (días nublados o lluviosos).